viernes, 9 de octubre de 2015

La Web y la Rentabilidad Organizacional



El desarrollo de la Web 2.0 como un ecosistema en Internet en el que los individuos pueden tener tanta importancia como las empresas o los medios de comunicación, un entorno en el que lo importante son las personas, está teniendo una influencia cada día mayor en la sociedad y en la economía tal como las conocemos. Todos los días surgen noticias sobre empresas que se han encontrado, de repente, con fenómenos difíciles de entender para una mentalidad clásica y que han afectado positiva o negativamente a su imagen, a sus ventas o a su prestigio. En la Web de hoy, las personas ya no “leemos, hacemos clic y callamos”, sino que participamos activamente, desarrollando una presencia activa, creando una personalidad on-line, comentando las noticias, anotando lo que queremos recordar o utilizar, etc. Estamos ante un nuevo ecosistema, en el que es preciso revisar las reglas que conocíamos y replantearnos muchas de nuestras actividades con una mentalidad esencialmente abierta. La Web 2.0 es, seguramente, uno de los términos más sobrecalentados y menos originales del momento. Llamar 2.0 a la evolución de algo es, como mínimo, cometer un pecado de falta de originalidad. Si además mezclamos el término con características estéticas como degradados, sombreados, colores pastel y estrellitas con la palabra beta, las ideas pasan de realidades a modas con una velocidad pasmosa. Más allá de juicios de valor sobre el término que no nos llevan demasiado lejos desde el punto de vista analítico, ¿qué es lo que hay detrás de él? ¿A qué se refiere esa evolución desde la Internet de la segunda mitad de la última década del siglo pasado? La respuesta afecta al uso de la Red que hacemos personas y empresas, y al conjunto de posibilidades que ofrece.