La Web y la Rentabilidad Organizacional
El desarrollo de la Web 2.0 como un
ecosistema en Internet en el que los
individuos pueden tener tanta importancia
como las empresas o los
medios de comunicación, un entorno
en el que lo importante son las personas, está
teniendo una influencia cada día mayor en la
sociedad y en la economía tal como las conocemos.
Todos los días surgen noticias sobre
empresas que se han encontrado, de repente,
con fenómenos difíciles de entender para una
mentalidad clásica y que han afectado positiva
o negativamente a su imagen, a sus ventas
o a su prestigio. En la Web de hoy, las personas
ya no “leemos, hacemos clic y callamos”,
sino que participamos activamente,
desarrollando una presencia activa, creando
una personalidad on-line, comentando las noticias,
anotando lo que queremos recordar o
utilizar, etc.
Estamos ante un nuevo ecosistema, en el
que es preciso revisar las reglas que conocíamos
y replantearnos muchas de nuestras actividades
con una mentalidad esencialmente
abierta. La Web 2.0 es, seguramente, uno de
los términos más sobrecalentados y menos
originales del momento. Llamar 2.0 a la evolución
de algo es, como mínimo, cometer un
pecado de falta de originalidad. Si además
mezclamos el término con características estéticas
como degradados, sombreados, colores
pastel y estrellitas con la palabra beta, las
ideas pasan de realidades a modas con una
velocidad pasmosa.
Más allá de juicios de valor sobre el término
que no nos llevan demasiado lejos desde el
punto de vista analítico, ¿qué es lo que hay
detrás de él? ¿A qué se refiere esa evolución
desde la Internet de la segunda mitad de la
última década del siglo pasado? La respuesta
afecta al uso de la Red que hacemos personas
y empresas, y al conjunto de posibilidades
que ofrece.